Son fragmentos de material que se desprenden tras un proceso de mecanizado.
Industrialmente se puede medir la maquinabilidad del material en función del tipo de viruta obtenido (recta, tubular, helicoidal, etc) y de su morfología (larga, corta, enredada, plana, etc).
La viruta del acero puede ser reciclada para el propio proceso de fundición de acero, utilizándose como la carga más ligera de la chatarra, apta para los inicios de fusión.