Reacción química en la que un átomo pierde un electrón. La consecuencia es que ese átomo forma una nueva estructura, generando el estado de oxidación.
Para que exista una reacción de reducción-oxidación debe haber un elemento que ceda electrones y otro que los acepte. Estas dos reacciones siempre se dan juntas.
El agente oxidante es el elemento químico que tiende a captar esos electrones, quedando en un estado de oxidación inferior al que tenía.
En los procesos de laminación y forja de los aceros, debido a la acción del oxígeno en el aire, se produce oxidación superficial. Esta oxidación consiste en la formación de la cascarilla u óxido de hierro en la superficie del acero. La oxidación durante el proceso debe ser controlada porque puede generar pérdidas de material. La cascarilla resultante en el producto final, suele ser eliminada antes de realizar sobre estos productos transformaciones en frío.
En el tratamiento térmico, el control de la atmósfera en el horno es crítico para evitar oxidación.