Es la capacidad que tiene un material de absorber energía en la rotura tras recibir un impacto a una determinada temperatura. Mide la resiliencia del material.
El ensayo Charpy es el que se realiza para medir la resistencia a la flexión por choque; consiste en medir la energía absorbida en la rotura de una probeta entalla de dimensiones normalizadas golpeándola con un martillo (péndulo). Los valores de resiliencia (KU o KV) se miden en Julios, y se mide la diferencia de energías del péndulo antes y después de la fractura. En EEUU es más común emplear el ensayo del Izod.
Esta característica nos da la tenacidad del material. En materiales como el acero, donde la temperatura tiene gran relevancia sobre la tenacidad, nos permite conocer la curva de transición dúctil-frágil que determina la funcionalidad de las piezas en distintos entornos de trabajo, de gran importancia en los aceros estructurales.