Es el proceso de solidificación donde el acero líquido se vierte en un molde sin fondo con la forma de la sección transversal del semiproducto que se quiera fabricar.
Se llama continua porque el acero líquido nunca se para en el molde, de modo que se obtiene un desbaste tras otro sin parar la línea.
Las principales ventajas de la colada continua son la alta productividad sobre coladas convencionales y la obtención directa de desbaste (slab, bloom y palanquilla) que no tiene que ser recalentado para ser tratado en un tren desbastador.