Son aceros con un contenido de Boro entre 0,0008-0,005%.
La precipitación del boro en las juntas de grano de austenita retrasa la aparición de ferrita y favorece la aparición de bainita o martensita en tratamientos de temple.
Los aceros al boro presentan una buena aptitud a la deformación en frío y suficiente templabilidad para asegurar las características mecánicas exigidas después del temple y revenido. Permiten suprimir otros elementos de aleación y evitar tratamientos de ablandamiento – realizados en aceros sin boro (en Cr, CrMo o CrNiMo, CMn) por las dificultades de hechurado en el forjado en frío.
Sus aplicaciones más comunes son la fabricación de tornillos de media y alta resistencia, en agricultura, obras públicas, herramienta, cuchillas y soportes.