Se trata de la acción mecánica de rozamiento y desgaste que origina la erosión de un material.
Se produce cuando una superficie dura y rugosa se desliza sobre otra menos dura o cuando partículas duras se introducen entre dos superficies que se deslizan.
El desgaste por abrasión puede producirse por arranque de material, microfracturas, arranque de granos o por aceleración del desgaste por fatiga superficial debido a la deformación inducida.
La abrasión se podrá reducir aumentando la dureza de los materiales en contacto, reduciendo la rugosidad del material de mayor dureza y mediante lubricación.